martes, 14 de junio de 2011

#And what happens then?

Mirada perdida; solo reconstruía conversaciones; solo recordaba olores; reinventaba formas en una hoja perdida de aquel cuaderno de notas, aquel que siempre me fiel, tan buen conficente, de páginas arrugadas tal vez, de garabatos absurdos y bocetos inacabados, ese que olía a tinta, cuyas pagínas estaban todas marcadas, donde podía evadirme, ese que sólo yo comprendería; ese amigos, ese es el cuaderno con el que si muriera, moriría tranquila.
Y os preguntaréis¿como se puede querer a un puñado de hojas encuadernadas? Pues, no sé, no busquéis sentido en mí,  ni en lo que hago o digo.
Sólo sé que cuando me sentaba atemorizada, deprimida o aburrida, ese cuaderno ha sabido tranquilizarme, animarme y entretenerme, que siempre estaba en aquel estante, esperándome, siempre estaba.
¿Qué hago ahora yo?que tus páginas se han agotado.
Ahora sí, pueden tomarlo como una metáfora, o tal como es, simples idioteces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario